Apple presentó en el nuevo Steve Jobs Theatre, inaugurado para la ocasión y que se encuentra ubicado en San Francisco, sus nuevos teléfonos: el iPhone X, que pasa ser el móvil insignia para este año; el iPhone 8 y el iPhone 8 Plus, dos versiones más continuistas en la línea de los anteriores lanzamientos. Pero nos centraremos en el que va a ser su nuevo buque insignia.
Apple ha calificado el iPhone X (la ‘X’ se pronuncia ‘ten’, como diez en inglés) como «el futuro de los teléfonos inteligentes», pues integra tecnologías de realidad aumentada, cámaras de reconocimiento facial muy avanzadas, carga inalámbrica y un diseño con una pantalla OLED que ocupa todo el frontal, lo que elimina el lector de huellas dactilares y el botón Home.
Pero antes de empezar con la presentación de los teléfonos, Tim Cook empezó recordando a Steve Jobs, pues el auditorio en el que se presentaron los nuevos productos lleva su nombre. Se habló también de los huracanes que han golpeado Florida durante la última semana y también para explicar qué es el Apple Park, sus nuevas oficinas que funcionan únicamente con energía renovable; y para hablar de la filosofía de las tiendas de Apple con ayuda de Angel Ahrendts, principal responsable de las Apple Stores.
La conferencia tardó un poquito en pasar a hablar de los productos, pero cuando lo hizo, Tim Cook y el resto de ejecutivos de Apple no pararon de anunciar novedades.

El iPhone X
Tal y como era de esperar, la gran estrella del evento ha sido el iPhone X, que costará 1.159€.
Es un teléfono con una gigantesca pantalla OLED que ocupa todo el frontal del teléfono, sin dejar espacio para nada más que las cámaras frontales y el altavoz superior. Está rodeada de un cuerpo de acero inoxidable y su pantalla es de 5,8 pulgadas con una resolución de 20146 x 1125 píxeles, HDR y sus colores están medidos con True Tone, la tecnología que ya usan en el iPad Pro.

El no disponer de botón Home es un cambio muy importante en el iPhone X, pues iOS 11 también tiene que adaptarse a esta idea. Para ir al menú principal, por ejemplo, hay que hacer un gesto de la parte inferior hacia arriba.
El botón lateral, que sirve para encenderlo, también activa Siri, pero para desbloquearlo, Apple ha creado un reconocimiento facial muy avanzado llamado FaceID.
Habrá que tenerlo entre las manos primero, pero el uso de redes neuronales para identificar los rostros suena muy avanzado. Según Apple, esto no sería posible sin su nuevo chip, el A11 Bionic, que monta el iPhone X.
Entrando en el apartado de las cámaras, éstas contarán con un nuevo modo retrato que mejora la iluminación de los rostros y la separa de la luz de los fondos, haciendo que el resultado sea más parecido al de una cámara profesional. Habrá distintos efectos de luz, que no son filtros según Apple, sino un análisis de la luz del ambiente.
En cuanto a la grabación de vídeo, los iPhone 8 pueden grabar mejor gracias a un análisis del movimiento de lo que ve. Sus vídeos llegarán a los 4K a 60fps, pero también podrán grabarse en 1080p y 240fps. Esto servirá para hacer vídeos en cámara lenta mucho más fluidos.
Por último, sus cámaras están preparadas para la realidad aumentada: hay más giroscopios, un mejor rendimiento en luz baja, un seguimiento más avanzado del movimiento… En resumen, con ayuda del nuevo procesador A11 Bionic, el iPhone X está pensado para aprovechar el ARKit (el conjunto de herramientas para desarrollar en esta tecnología que Apple lanzó en marzo).
En cuanto al precio del iPhone X, como habíamos dicho al principio, lo esperado: costará 1159€ en su versión de 64GB y habrá otra de 256GB qué alcanzará los 1329€, casi nada al aparato. Se lanzará el 3 de noviembre, pero se podrá reservar en tiendas de Apple desde el 27 de octubre.